Las ganancias que obtienen las economías criminales son las que les permite seguir operando, corromper instituciones y aprovecharse de las vulnerabilidades y afectar la seguridad de los Estados ya que el dinero proveniente de esas actividades no se encapsula y fluye solamente en la economía criminal, sino que se mezcla con la economía legal y la informal a través de maniobras de lavado de activos y la reinversión en las propias actividades ilegales, influyendo en los datos que surgen del diagrama de flujos circular de la economía real.